Citas y tips

miércoles, 1 de junio de 2011

LA POLITICA Y SUS ARTIMAÑAS


LA POLITICA Y SUS  ARTIMAÑAS

El ridículo es buen negocio para los payasos y para los políticos, unos hacen vivir con risa, otros nos hacen reír para que vivan.

Los métodos utilizados para lograr un voto o para ganar la simpatía de un votante son mucho, que a veces llegan a hacer el ridículo por un poco de simpatía, dado que en el sistema democrático se piensa en el voto, sin reconocer si el voto es por una buena propuesta, si hay preparación académica adecuada o se vota por simpatía, es por eso que la calidad de los políticos y gobernantes generalmente son decepcionantes cuando llegan al poder.
Los pueblos generalmente no perciben el daño potencial que se hacen a si mismos y votan a veces no muy consientes de ello, al fin y al cabo, el pueblo solo podrá echar la culpa de la mala gestión de un gobernante a una persona, mas no reconocerá que si un pueblo no progresa es culpa del pueblo que voto sin pensar.
El sistema democrático actual permite que exista este tipo de voto, que son por caridad, por engaño, por simpatía, por belleza o por promesas; y es que no se puede distinguir no discriminar el motivo del voto; además que muchas veces los pueblos desconocen las funciones y responsabilidades de los gobiernos y de los gobernantes, por citar un ejemplo determinado candidato prometía crear más universidades cuando su función difería mucho de ello, obviamente muchos votaron y gano, pero jamás cumplió y al ser reclamado por la falsa promesa solo le quedo que echar la culpa al sistema que no le permitía hacer ese tipo de gestiones.
Entonces, ¿Cómo prevenir que se den casos parecidos?
En una nueva democracia, los pueblos tendrían estándares y escalas de evaluación del sitio donde se encuentra el pueblo, según una escala de necesidades y con ello evaluará la gestión de sus representantes basado en metas. Además, las funciones y responsabilidades claras para cada puesto del gobierno, de tal manera que no se dupliquen, que no exista contradicciones y nadie engañe con falsas promesas, haciendo que si una persona consiente que no logrará el objetivo propuesto, simplemente no aventurará ser elegido, ni por simpatía, ni por caridad, pues al final de la gestión se juzgará el resultado de la gestión dando paso a los mejor preparados en la materia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario