LA IRRESPONSABILIDAD DE LOS PUEBLOS

LA IRRESPONSABILIDAD DE LOS PUEBLOS

Desde inicios de la humanidad han existido los gobiernos, y en todo gobierno han existido los gobernados.

Han existido gobernados pasivos que se limitaban a obedecer  a los gobernantes, y también gobernados que no se han dejado llevar por las codicias de los gobernantes.

Un pez buscaba muy ávido por todo lado, al ver la desesperación su amigo cangrejo se le acerco y comenzó a buscar también, así mismo el pulpo se puso manos a la obra en la búsqueda, cuando la estrella de mar viéndolos hizo lo mismo; ya pasado mucho rato la estrella de mar pregunto entonces ¿Qué buscamos?, y el pez respondió, buscamos agua, y todos su pusieron nuevamente en la búsqueda.

A veces sucede eso mismo con las personas, no nos damos cuenta de lo que está en nuestras propias narices, y nos vamos en búsqueda sin sentido de aquello que tenemos.

Muchas veces nos sentimos disconformes de las cosas que tenemos, o de las situaciones en la que nos encontramos, y casi siempre buscamos a un culpable ¿el gobierno? ¿Las autoridades? ¿El destino? ¿El amigo del vecino del primo hermanos de la cuñada que no tenga?

Nuestra desesperación está relacionada a nuestra impotencia de no tener el poder de hacer lo que es mejor para uno, pero como en la historia, nos hemos puesto a pensar ¿Quién tiene el poder?

Una cosa es el poder y otra muy distinta el gobierno, y otra el gobernado; el poder lo tiene el pueblo, el gobierno quien se ha ganado nuestra confianza y le damos el apoyo para que con su buen criterio conduzca y vea todos los aspectos que yo no tengo tiempo, cosas que desconozco o simplemente no me interesa hacer.

Pasado un tiempo, la sorpresa y la impotencia regresa cuando descubrimos que aquella persona no cumplió cabalmente con su función, y lo que hizo bien fue sus beneficios personales a espaldas del gobernado.

¿Qué sucedió? ¿fue justo que pasó?

Lamentablemente si, fu justo. Por que el poder lo tenemos todos y cada uno de las personas que pertenecen a una nación, todos los ciudadanos; pero elegimos una autoridad para que haga el trabajo que no podemos hacer nosotros y que nos represente. Pero esa forma de ver las cosas no nos trae muchos beneficios, por confiar todas las cuestiones importantes a otra persona.

Entonces ¿Cómo se evita eso?

La participación constante de la población, lamentablemente estamos acostumbrados a quejarnos y dejar que las decisiones y las cosas difíciles las resuelvan otros, bajo el riesgo de quedar descontentos después. Mientras se siga el esquema de la democracia tradicional, que yo voto para que esa persona lo haga todo por mí, siempre estaremos insatisfechos.

La otra alternativa, no muy cómoda; el ejercer una Neo democracia, que garantice que las decisiones tomas serán en bien de todos; donde no esté asegurado el puesto de los gobernantes y no exista inmunidad para ellos, sino mas bien se les tenga que medir según resultados concretos de modo permanente.

Esto implica más responsabilidades de poblador común y corriente, una trabajo adicional al que ya tiene, pues no solo debe atender el trabajo que pidió el jefe, los recados de la oficina, las constante peleas que hay con los vecinos, la atención a los niños, los impuestos y las quejas constantes de la pareja por brindarle un minuto más de tiempo. Si no, que ahora se suma que debo dedicar unas horas a la semana a la política y a los resultados que da la gestión de nuestras autoridades, pero para ellos sumare un par de horas más en leer cuáles son sus funciones.

Pero, gracias a Dios la pereza existe, y prefiero votar por algún candidato que me entretenga en la televisión, para yo sacudirme de esa responsabilidad, y si me quejo… es por culpa de las autoridades.