Comprendí que tambien el silencio hiere

-  Porque callas? – preguntó ávido 

- Es mi derecho ¿no? – replicó

No habían mas palabras que decir.

  

No son tus palabras las que hieren, es tu silencio la que me mata…

Es que no te das cuenta acaso, que callas mis preguntas, y evitas dar respuestas y eso no me da calma.

Mis palabras gratas no llegan a ningún lado, pues no las consideras.

Mis esfuerzos para contigo son vanos,porque estando a tu lado sigues lejos de mi.

 Y ni si quiera así consigo un poco de tu atención..

Ojala pudieras darte cuenta que el único derecho a reclamar es aquel que uno mismo se lo gana...

Tienes derecho sobre mí, y eso me convierte en esclavo, esclavo de qué?

De silencio, solo eso...