«El Perú es Lima, Lima es el
Jirón de La Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais
Concert, soy yo». (Abraham
Valdelomar)
Miremos más allá, en el interior
del país, démonos cuenta de los vergonzoso e insultante tener un gobierno tan
falto de criterio que gobierna al país entero pensando que Lima es el Perú.
Acaso no entiende el gobierno que
Lima es Lima, y que no se parece en nada al Perú oriundo, al verdadero Perú que
nos enorgullece tanto.
Porque lamentablemente, de lo que
el Limeño se avergüenza es el orgullo del país; pues cuantas veces encontramos
mofas y burlas del típico provinciano, que llega a la capital en busca de un
mejor futuro, en los programas cómicos hacen burla, que debieran de denunciados
por discriminación, donde califican al recién llegado de apestosos ignorantes,
o vivos ladrones.
“Pero ¡nos hacen reír!”,
justifican algunos. Y acaso ¿eso justifica el valor del peruano? Que con tanto
mal chiste, burla al verdadero peruano devaluamos al verdadero forjador de la
patria, y metemos en el subconsciente, voluntariamente o no, que el provinciano
es lo peor. Y que no sorprenda entonces que exista tanta gente que quiere irse
al extranjero, o que prefiera comprar cosas importadas, menospreciando lo
nuestro, que no sorprenda tampoco que el peruano típico trata bien al
extranjero pero maltrata al propio, y así crea un círculo vicioso de desunión y
continua oposición por oposición, que aunque suene ridículo, esa es la
verdadera razón de tanta batalla campal que hay en el interior del país.
Porque nadie escucha al provinciano,
y es que el gobierno no los toma en cuenta, ni es los considera. No hay
problemas para que las mineras trabajen, pero escuchen al quien vive y trabaja
en esos campos mucho antes que las exploraciones mineras llegaran allí. ¿Quién
escucha realmente las necesidades del pueblo?
Y es que tan menos preciado esta
en peruano del interior, que no podría sentirse peor que siempre es utilizado,
cada cinco años, para escuchar falsas promesas electorales, y que jamás se
cumplen, salvo cuando usan la fuerza, y esto ¿no justifica entonces que exista
tantos problemas sociales en el interior del país?
Pensemos un poco, y es que Lima
no es el Perú.
Las afirmaciones tan contundentes
que dicen:
El nivel educativo del Perú es el peor del mundo, dijo alguien en
un programa de televisión.
Pero claro, si el 67% de los
alumnos que dieron la prueba son de Lima. ¿No querrá decir más bien que es Lima
la cuna de la ignorancia? Porque nos meten a todos los peruanos al mismo saco.
Y tendría lógica pensar así, ya que es en Lima donde existen más colegios del
país, y menos control con los maestros y con los alumnos.
Frases conocidas como, “Los peruanos
son ladrones de quinta” en el Perú todos son violadores”
Pero en Lima ocurre que 1 de cada
2 limeños fue asaltado[1],
y en las comunidades del interior las comunidades conforman comités de defensa,
y rondas campesinas que son mucho más eficientes que la policía nacional.
En el Perú, 9 de cada 10 denuncia
por vejación sexual tienen como víctima a una mujer y el 40% son menores[2].
En el Perú 1 de cada 10 niños
sufre sobrepeso[3],
y prohíbase comida chatarra. No es estadística del Perú, es de Lima, pero la
norma atañe a los lugares tan pobres donde ni se tiene la más remota idea de lo
que es comida chatarra. Y ¿creemos en tanta patraña idiotizadora de los medios
de comunicación?
La ciudad metalúrgica de la oroya
es la más contaminada del país, y ni te acerques a sus pobladores que te
contagiará su contaminación. Y ¿alguien a medido la cantidad de CO que está
expuesto el Limeño? No convendría sacar a luz que tanta contaminación sonora y
visual hay en Lima, la exposición y probabilidad de muerte por robo y asalto en
Lima, la posibilidad de contraer cáncer por gases tóxicos, y contraer cáncer a
causa del agua contaminada del rio hablador, eso no se dice, pues se darían
cuenta que vivir en lima es 10 veces peor que la Oroya, y que el riesgo de
muerte no está en una ciudad metalúrgica, está en esa ciudad hedonista y consumidora
que cree que hay mejores cosas, sin darse cuenta que viven contaminados y
alienados.
Pero, Lima no es el Perú.
Si te vas a referir al Perú,
refiérete con cuidado, no te equivoques que Lima no es el Perú; porque el Perú
es más que sus problemas…
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