¿Qué quieres de mi? - Preguntó
Quiero que me quieras... - Respondió avida.
Yo no se quererte como quieres que te quiera - le decía - te querria a mi manera...
¿Cómo me querrías? - Cuestionaba ella.
Como te he querido toda mi vida, callado y en silencio, esperanzado en tí - Respondó
Pero en silencio no se quiere - explicaba ella - porque no se siente los sentimientos.
En silencio se siente lo que se siente, con palabras se miente lo que se siente - respondíó- en silencio el
amor, es puro, con palabras son solo falsas ilusiones que terminan desilusionando...
Y es que acaso cuando te has decepcionado no han sido por palabras que suponias ciertas, por palabras
que te ilusionarón? Pero jamás te desilucionaron los detalles que te daba sin decirte cuanto te amaba... pues
jamás te ilusioné, porque no lo decia, solo los sentia...
Ella calló, y comprendíó que el amor que el sentia fue muy grande, como para poder describirlo con
palabras, y se lo calló siempre por no herirla...
Y es que en toda historia donde hay desilusion, hubo alguien que ilusionó, hubo espectativa y se espero más de lo que recibió; pero en toda proesa y heroismo siempre hubo quien dió más de lo que se esperaba de él...
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